Herrera

Talleres de la memoria:
Reivindicaciones y autoridad en la historiografía indiana de los siglos XVI y XVII

17-19 de julio de 2003



Las actas del coloquio se publicarán en:

Folger, Robert/Oesterreicher, Wulf (eds.) (2005): Talleres de la memoria — Reivindicaciones y autoridad en la historiografía indiana de los siglos XVI y XVII. Münster: LIT (= P & A, 5) (im Druck).

Participantes

Comité organizador

Wulf Oesterreicher
Robert Folger
Roland Schmidt-Riese

Programa

Wulf Oesterreicher, München
Talleres de la memoria: Espacios discursivos y realidad colonial
Karl Kohut, Eichstätt
Crónicas y teoría historiográfica
Resumen
Birgit Scharlau, Frankfurt
Tradición y traducción: La historiografía colonial en su manejo de fuentes indígenas
Horst Pietschmann, Hamburg
El desarrollo de la práctica del gobierno indiano durante el siglo XVI : novedades, relaciones personales, narrativa, simbolismo, normas y burocracia
Arndt Brendecke, München
El cuestionario y el trabajo del historiador
Resumen
Emma Martinell Gifre, Barcelona
Descripciones y Relaciones geográficas: la fuerza de modelos, pautas y filtros en la percepción, la interpretación y el testimonio
Resumen
Fernando Domínguez, Freiburg
"...y hasta agora no es poderoso el rey": Sobre burocracia y élites de poder en los orígenes de la 'Brevíssima'
Resumen
Walter Mignolo, Duke
'Memory Others' (Or how History can be repressive and emancipatory)
Bernhard Siegert, Weimar
Pasajeros a Indias. Biographical Writing between the Old World and the New
Abstract
Robert Folger, München
Tactical subjectivity and the writing of history in Relaciones de méritos y servicios
Abstract
Dorothea Nolde, Basel
De Bry's America — a cornerstone of the black legend?
Abstract
Dimas Figueroa, Santo Domingo
Socialización y legislación de la corona de España para América. El caso de las leyes de Burgos
Eva Stoll, München
Jurisconsultos, secretarios y suplicantes: el sello jurídico del discurso historiográfico colonial
Thomas Duve, München
La pragmatización de la memoria y el trasfondo consuetudinario del derecho indiano
Resumen
Claudia Leitner, Wien
'La puente, que decían, de Malinche': memorias heterogéneas, ritos y pasajes de una figura emblemática de la conquista
Javier Vilaltella, München
El desvío y sus estructuras discursivas: El proceso del cacique de Texcoco, la Historia de Bernal Díaz del Castillo y la Crónica de Oviedo y Baños
Roberto González Echevarría, Yale
Garcilaso y Garcilaso
Resumen
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Resúmenes

Crónicas y teoría historiográfica

Karl Kohut

La ponencia propone un estudio de la dialéctica entre las crónicas como praxis historiográfica y la teoría de la historiografía, basada en la separación entre la praxis y la teoría historiográficas: hasta los años setenta del siglo XVI, los teóricos no escriben crónicas y, por otra parte, los cronistas no escriben tratados teóricos. El hecho que la dialéctica no sea ahistórica sino que, por el contrario, esté sometida a la evolución histórica, complica extremadamente tanto el estudio como su presentación. Las crónicas de Indias son un género en formación: la escritura de las primeras sigue de inmediato a los hechos, tal el caso (en lo que hace a los actores) del Diario de a bordo de Colón y las Cartas de relación de Hernán Cortés y (en lo que hace a los historiadores), de las Décadas de Pedro Mártir de Anglería y de la Historia general y natural de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo. Después de varias fases intermedias, el proceso termina con crónicas que narran, con una distancia temporal más o menos importante y desde una perspectiva a posteriori, un proceso histórico acabado y que resumen la labor historiográfica anterior; así Antonio de Herrera y Tordesillas y Juan de Solórzano Pereira. Menos radical, pero igualmente visible es el desarrollo de las teorías historiográficas, desde Juan Luis Vives hasta Luis Cabrera de Córdoba. Tanto para la praxis como para la teoría historiográfica, hay que tener en cuenta que la crónica indiana representa sólo una parte de la historiografía española de la época, si bien una parte importante y con problemás específicos.

Lo anterior determina la estructura tripartita de la ponencia: en la primera parte, se pasará revista a las principales teorías historiográficas del humanismo español. En la segunda parte, se estudiará la conciencia teórica de los cronistas mismos. Finalmente, se analizará la convergencia entre teoría y praxis en tres autores que son, a la vez, cronistas y tratadistas de teoría historiográfica: Ambrosio de Morales, Antonio de Herrera y Luis Cabrera de Córdoba.

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El cuestionario y el trabajo del historiador

Arndt Brendecke

Mi ponencia se va a centrar en la aplicación de cuestionarios en el trabajo de los cronistas de Indias del siglo XVI y XVII. En primer lugar voy a esbozar la tradición de la técnica interrogativa del cuestionario y dar unos ejemplos de su uso en el siglo XVI. Después quiero analizar unos efectos de la aplicación del cuestionario, tomando como ejemplo al cronista Gil González Dávila. Con el fin de recabar datos para su Teatro eclesiástico de la primitiva Iglesia de las Indias Occidentales, se mandó un cuestionario de 35 preguntas en el año 1648 a los obispos americanos. Aparte de unas pocas respuestas al cuestionario y de los dos tomos del Teatro disponemos de borradores de trabajo de Juan Díez de la Calle, oficial mayor de la secretaría del Consejo, que utilizaba González Dávila para la compilación de su obra. Tenemos así en este caso la oportunidad de evaluar el uso del cuestionario mediante una comparación entre el cuestionario, las respuestas, los borradores y la publicación que se compiló finalmente de ellos. El resultado es abrumador y confirma las dudas notorias sobre la eficacia del método interrogatorio. Sin embargo nos permite mostrar — aparte de unos fallos que se achacan a la decrepitud de González Dávila — el abismo entre las exigencias sistemáticas del cuestionario y las técnicas finalmente aplicadas en el taller del historiador.

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Descripciones y Relaciones geográficas: la fuerza de modelos, pautas y filtros en la percepción, la interpretación y el testimonio

Emma Martinell Gifre

La Relación geográfica es un género historiográfico mejor definible que otros por cuanto los textos se elaboran a partir de la decisión de un superior, de la posterior orden de producción, y de la existencia de una pauta —los Cuestionarios—, directriz obligada para su confección y redacción. Estos informes, las Relaciones, contienen datos que, agrupados, comparados y sintetizados, han de permitir, por una parte, el mejor conocimiento y, por otra, la mejor actuación, la más adecuada para alcanzar los fines propuestos por la Corona.

Al margen de la Relación geográfica, otros textos del XVI y XVII, entre los cuales se cuentan los calificados por su autor o por su editor de crónicas, historias, relaciones, contienen un volumen tal de información "geográfica" que merecen y favorecen un estudio monográfico.

Sabemos que lo que contaron los autores —lo escribieron y se publicó, es cierto, pero de la lectura actual se desprende que lo relataron y contaron-pertenece, en una parcelación de los saberes geográficos, a los campos de la cosmografía, la astronomía, la náutica, la etnología y la etología, y, por descontado, al ámbito de las geografías universal, regional, física, urbana y humana.

Nuestra aportación a esta reunión científica sobre los "talleres de la memoria" se limita a la aplicación de la visión propia del lingüista. Nos basamos en un conjunto de dieciséis textos, fechados entre 1493 (Álvarez Chanca) y 1653 (Bernabé Cobo). Hemos atendido al acto de enunciación y al reflejo en el enunciado, el texto, tanto de los modelos de la tradición como de la personalidad y la voluntad del autor.

El testimonio propiciado por la propia experiencia visual y auditiva, el valor de verdad que tal testimonio confiere a los fenómenos descritos (y a los hechos narrados), el margen de expresión de incertidumbre que aconsejan la prudencia y el imparable avance de los descubrimientos, la confianza en el conocimiento de los naturales, la certeza de la diversidad de imágenes ofrecidas por los cronistas de los mismos fenómenos y hechos, el progresivo reconocimiento de la limitación de la autoridad de los saberes clásicos, todo ello se ha de manifestar en estrategias discursivas que nos proponemos identificar.

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"Y hasta agora no es poderoso el rey". Sobre burocracia y élites de poder en los orígenes de la 'Brevíssima'

Fernando Domínguez

La Brevíssima relación de la destruyción de las Indias es uno de los pocos escritos de Bartolomé de Las Casas que se imprimió en vida, es el único que adquirió fama inmediatamente después de su muerte y es, también, el que ha prevalecido hasta nuestros días como su obra más famosa.

El origen de este opúsculo es una extensa ('bien copiosa') relación de las 'infinitas matanzas y crueldades' que cometieron los españoles con los indígenas en América que fray Bartolomé presentó a Carlos V y su corte en diciembre de 1541. Esta relación 'más breve' es, pues, un resumen y compendio de otra más amplia que el fraile dominico ('importunado por algunas personas notables' que habían escuchado el largo alegato al Emperador y a las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid) había redactado y que, años más tarde, en 1546, a instancias del Cardenal de Toledo, maestro del príncipe Felipe, presentó a éste, en escritura manual, con una breve dedicatoria. Seis años después (1552) la hizo imprimir en Sevilla junto a otros opúsculos. Esta primera edición salió de las prensas de Sebastián Trujillo sin licencia real, un dato bien conocido pero no suficientemente aclarado.

Las singulares circunstancias que acompañaron su primera redacción en 1541 hasta su publicación en 1552 son decisivas para comprender el carácter e intención de la obra. La redacción definitiva de este opúsculo, en letras de molde, venía a apoyar una de las dos tendencias de la política indiana que se enfrentaban en el entorno de la administración del monarca castellano. Las Casas condena toda la legislación indiana de la monarquía española anterior y la incapacidad de la administración real a frenar los abusos y defender los legítimos derechos de los indios. Frente a la masiva oposición colonialista que defendiendo sus intereses pretendían defender los derechos de la Corona española en las Indias, fray Bartolomé no sólo se convierte en acusador de los colonos encomenderos sino en fiscal de la Corona. Las Casas defiende los derechos del rey rechazando, sin embargo, las dos instituciones jurídicas en las que se apoyaba la legislación del reino y, con ella, el tinglado colonial español, a saber, la conquista y la encomienda. Las Casas ataca la complicidad de los funcionarios reales y disculpa a los reyes por carecer éstos 'de la noticia' de aquellos abusos y aberraciones. La memoria de los brutales sucesos es, sobre todo, una denuncia a la incompetencia de los funcionarios reales que no habían cumplido su cometido de velar no sólo por la salud de los españoles, sino por la salud de los nuevos súbditos del rey. Las barbaridades que minuciosamente enumera en la Brevíssima se han hecho por ignorancia de los monarcas, quienes, por engaño y mal servicio de sus subordinados, no tienen noticia de los excesos que allí se denuncian. Con la memoria de los bestiales hechos pasados pretendía Las Casas lograr un cambio radical en las estructuras legales de la colonización. Cuanto más impresionantes eran las bestialidades, tanto más se ponía al desnudo la ineficacia de la legislación y administración colonial y la urgencia de una reforma.

El historial de aquellos hechos en su primera redacción y en el opúsculo impreso servía a los intereses de uno de los grupos de poder enfrentados en el entorno de la administración real. Sin el beneplácito de 'algunas personas notables' en los Consejos de la Corona, opuestas al funcionamiento de las estructuras coloniales, Las Casas no hubiera podido arriesgar una publicación sin licencia. Son estas personas las que han de estar necesariamente detrás de la edición 'ilícita' del opúsculo lascasiano. Aunque su identificación es difícil, el hecho es incontrovertible.

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Pasajeros a Indias. Biographical Writing between the Old World and the New

Bernhard Siegert

Roberto Gonzalez Echevarría has put forward the thesis, that autobiographical discourse, be it fictional or historical, evolved in the Spanish Empire from the forms and constraints of juridical writing in the 16th century. Writing was first of all a medium of legitimation. This applies to the superior levels of writing as well as to the most inferior, to the writing of those imfamous people for instance, who went through the process of becoming a legitimate passenger on one of those ships that went twice a year to "the Indies". Like the pícaro also the pasajero seeks enfranchisement and a validation of his existence through the writing of his story.

The paper deals with the "auto"-biographical writings of passengers to the Indies between 1540 and 1585 that are stored in the Archivo General de Indias in Seville. Since 1530 nobody could pass to the "New World" without a licence, and from 1535 on, everyone who wanted to become a passenger on a ship bound for the "New World" had to produce informations about him- or herself, about his or her being married or not, his or her coming from a family of "cristianos viejos", his or her life style and character, his or her physical signs and other points. Everyone who wanted to travel to the Indies had to appear in front of the officials of the Casa de la Contratación in Seville to bear witness to his identity, his origin and his life. To be described, to be registered, stops being a privilege of the powerful and becomes a means of control. The Casa in Seville is one of the first places in early modern Europe where juridical procedures forced hundreds and thousands of simple existences (who would have passed without a trace had they not wished to pass the ocean) to give a written account of their origin, their orthodox faith, their decent life in front of a representative of the king.

The paper gives (first) a survey of the procedure of becoming a passenger in 16th century Spain and (second) an analysis of the discourse by which Spanish colonial bureaucracy transformed infamous people into subjects of its own writing technology. It examines (third) the truth rituals by which the bureaucratic apparatus tried to procure and secure the passengers' identity and (fourth) how these rituals, which lay open the "parasitic" structure of language (repetition, quotation), themselves subvert and deconstruct the "referentiality" of bureaucratic writing — its ability to denote and control the real. Thus, the production of fictitious identities — i. e. literature — is not an exception, but the inner and positive condition of the possibility of the bureaucratic production of "true" identities. Fiction thus is not a specific characteristic of the literary discourse, it is not the ironic counter-measure of art against the constraints of bureaucratic power, it is rather a characteristic of bureaucratic writing itself which produced literary discourse.

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Tactical subjectivity and the writing of history in Relaciones de méritos y servicios

Robert Folger

The administration of grants, privileges and posts (mercedes) in the Spanish colonies in the Americas was regulated by detailed laws and firmly established bureaucratic procedures. Instrumental in the economy of mercedes were Relaciones de méritos y servicios (RMS), standardized petitions in which the supplicant bases his claim on the services he or his forbears rendered to the Crown. Through RMS, the bureaucratic-juridical dispositive construed the subject/sujeto, understood as a humble and obedient civil servant, tautologically, that is, by way of inscribing the bios in the Other of the Archive. Hence this "subjectivity" is necessarily "tactical" in the sense espoused by Michel de Certeau — and potentially subversive. In conventional RMS the discoursively implemented tautological constitution of the subject assumes the collaboration of the individual, thus cancelling the tactics it presupposes. The tactics, however, which bureaucracy instrumentalizes in forging the colonial subject can be appropriated by the individual as a tool of self-fashioning in camouflaged RMS. Hence, the bureaucractic dispositive that subjects the individual in the colonies becomes the matrix for modern subjectivity, the awareness of the uniqueness of the self and the concomittant struggle to assert and "care" for it. The individual in the colonies achieves the status of subject in its meaning of subordinate and "autonomous" thinking agent, endowed with a place from whence to narrate his life as an effect of the empowering submission under the law. Subjectivity was both sacrifice and reward.

Alfonso de Borregán's RMS, a text modern scholarship has labeled Crónica de la Conquista del Perú, is an example that shows that the instrumentalization of fiction opened the possibility of the subversion of the official discourse and provided loci for idiosyncratic projects of the self. Borregán was a second-rate conquistador who sought reparation for his losses and gratitude for his services after the end of the Peruvian Civil Wars (1553). His first RMS was rejected by the Audiencia. Since he was barred from access to the centers of power because he had antagonized the Audiencia and the Viceroy, he traveled to Spain in order to make his plea. He resorted to the ruse of fusing his RMS with a chronicle of Peru. This RMS-as-chronicle he presented as his great service and reason for being rewarded; it is, as it were, a performative text. Borregán's escripturas are essentially a petition encapsulating historiographical narration, with which he fashioned himself as the author of a Chronicle of the Viceroyalty and future Royal Chronicler. It is an endeavor to dupe the memory machine of the bureaucratic-legal apparatus. Borregán was a loser in the struggle for the cultural memory of his time, yet his escripturas became a taller de la memoria, a work place for the modern critic.

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De Bry's America — a cornerstone of the black legend?

Dorothea Nolde

It is a commonplace in studies on Theodore De Bry as well as on the Black Legend that this Frankfurtian engraver and editor was one of the most outstanding "partisans of the so-called Black Legend" in Early Modern Europe. He edited German and Latin versions of Bartolomé de Las Casas' Brevísima relación de la destruyción de las Indias and Girolamo Benzoni's Historia del mondo nuovo, which are considered to be the "two foundation stones" of the Black Legend concerning the Spanish Conquista of the Americas. In addition, his most famous work, the entire fourteen volume series America (also known as Great voyages), edited by Theodore de Bry and his sons between 1590 and 1634, is reputed to be a textual and visual "spectacle of the Black Legend".

My paper aims to question the classification of this series as a cornerstone of the black legend, in favor of a more complex reading of this corpus of texts and images that has played a crucial role for shaping the European imaginary on the Americas and early colonial history. The representation of Spain in the Great voyages cannot be reduced to mere denunciation. While including severe criticism, it comprises multiple other facets, ranging from the official Spanish perspective and the establishing of Spanish historiography as an authority for information on the 'New World' to the structural competition between Spain and other European countries for the Americas.

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La pragmatización de la memoria y el trasfondo consuetudinario del derecho indiano

Thomas Duve

Al llegar a su diócesis en el año 1638, el Obispo de Santiago de Chile, Fray Gaspar de Villaroel, se encontró con algunas prácticas que no le gustaron. Una que le causaba "grande escrúpulo" fue el notorio incumplimiento de los preceptos de la abstinencia cuaresmal — una infracción a las leyes canónicas que, cometida sin justa causa, constituía un pecado mortal. Aún en un monasterio de monjas sometido a su obediencia, se freía con grasa de vaca en vez de reemplazarla por aceite durante la Cuaresma, y en toda la diócesis se comían huevos y productos lácteos, a pesar de que estaba prohibido según la ley canónica. "Quise reformales esta costumbre" escribe Villaroel, pero al mirar el caso más de cerca, cambió de opinión. "En mi casa", agrega, "se guisa en tiempos cuaresmales con aceite, pero en tierra tan pobre, y donde vale gran dinero, quién podría costearlo, sino un Obispo?". En un extenso argumento bajo el título Si el Obispo podrá comer o consentir que coman huevos, y lacticinios los días de la Quaresma, después de la nueva Bulla del Papa, a los Clérigos de todos de los Indias?, el Obispo llega a la conclusión que en su diócesis los preceptos cuaresmales han sido derogados por una costumbre contraria. Ni siquiera una bula papal, desconociendo tal costumbre y explícitamente hablando de la prohibición del uso de huevos y lácteos en el pasado, pudo cambiar esto.

Este resultado — el hecho que en pleno siglo XVII, una costumbre abiertamente contraria a los preceptos canónicos pudiera convertirse en ley, y que luego hiciera frente a una bula papal y la dejara sin efecto — puede extrañar al lector de hoy. No obstante, para el derecho indiano puede ser considerado ejemplar.

Tomando el caso concreto y su solución en una obra jurisprudencial de amplia difusión y notoria autoridad como lo era el Gobierno Eclesiástico Pacífico y Unión de los dos cuchillos, pontificio y regio (1656) de Villaroel como punto de partida, en la exposición se trata de esbozar la manera en la cual el jurista indiano usaba la memoria colectiva acerca de ciertas prácticas y la convertía en argumento jurídico. En el derecho indiano, el significado de esta memoria transformada en fuente del derecho y práctica cultural general era tan grande que se habla de todo un "trasfondo consuetudinario del derecho indiano" (Víctor Tau Anzoátegui). Visto de esta forma, en las Indias abundaban pequeños "talleres de memoria" donde trabajaban juristas transformando lo fáctico en lo normativo. De esta forma, ellos crearon textos que luego sirvieron como base para la historiografía. Con la presentación de un instrumento jurídico de gran significado en este contexto, se espera poder brindar un pequeño aporte acerca de algunos de los condicionamientos de este trabajo impuestos por la doctrina jurídica.

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Garcilaso y Garcilaso

Roberto González Echevarría

En 1565 Gómez Suárez de Figueroa cambió su nombre al de Garcilaso de la Vega, hecho que ha sido documentado por Raúl Porras Barrenechea, y estudiado desde una perspectiva psicoanalítica por Max Hernández y Fernando Saba (1979). Pero a lo que no se le ha dado la importancia que merece es que el futuro Inca, título que no añadiría a su nombre hasta 1605, hacía con ello no sólo un homenaje a su padre, sino que se identificaba con su ilustre antepasado, el poeta Garcilaso de la Vega.

El Inca se dio el nombre de Garcilaso para sellar su transformación en escritor, porque en el momento en que asume el apelativo del poeta la fama de éste alcanzaba su cenit, con una edición independiente de sus poemas en 1569, y las ediciones comentadas del profesor salmantino Francisco Sánchez de las Brozas, El Brocense, en 1574, y en 1580 la del gran poeta y humanista sevillano Fernando de Herrera. Para 1605, cuando publica los Comentarios reales, la importancia del poeta aumenta como valla que se quiere interponer a la marea gongorista, y por considerársele ya como el modelo del escritor. Hay múltiples alusiones a su poesía en la obra de Cervantes, contemporáneo del Inca, sobre todo en el Quijote. Garcilaso se había convertido en el ideal poético, caballeresco y cortesano promulgado por Castiglione, tomando "ora la pluma ora la espada," lema que el Inca iba a poner en su escudo de armas.

Asumir la identidad de Garcilaso fue para el Inca un acto de autoinvención como los que analiza Stephen Greenblatt en su Renaissance Self-Fashioning, para transformarse en escritor y también recalcar el relumbrante pasado militar de su estirpe, que él emula como capitán en las guerras contra los moriscos. Es un gesto cuya contrapartida es la autotransformación del hidalgo manchego en Don Quijote en el clásico de Cervantes, publicado apenas cuatro años antes que la primera parte de los Comentarios. Cansado de luchar con la burocracia imperial, que rechaza sus peticiones y reivindicación de su padre, el Inca eleva su apelato al ámbito de la poesía; pasa de las relaciones y memoriales de la retórica notarial a la de la historia concebida como empresa poética, y de la genealogía como producto forense al parentesco como sucesión mítica. Ese proyecto lo incluye a él como creador, por eso Gómez de Figueroa tiene que resucitar a Garcilaso en Garcilaso, mediante un proceso afín al de la transmigración de las almas en consonancia con la filosofía neo-platónica que había absorbido al traducir los Diálogos de amor de León Hebreo. Es en el contexto de esa religión del amor y la belleza, y de esa metamorfosis personal—metempsicosis o palingénesis—que deben leerse los Comentarios reales, que transmutan la historia del Descubrimiento y Conquista en un proceso encaminado hacia una armonía que cierre las heridas de la violencia histórica y las de la propia vida del escritor, como ha estudiado William D.Ilgen (1974). El resultado será un texto poético posesor de una verdad superior a la legalista que maneja el Concejo de Indias que tan duramente lo trató. La historiografía del Concejo culmina en la voluminosa obra de otro contemporáneo de Garcilaso, el Cronista Mayor de las Indias y de Castilla Antonio de Herrera y Tordesillas (1549—1625). Su Historia de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra firme del mar océano (1601—15) es acumulativa, mientras que la del Inca es integradora, guiada por el imperativo de dar forma a una historia transida por una conciencia de ser única y universal que había comenzado balbuciente en Colón y que, pasando por el Inca y por Vico, iba a culminar en Hegel.

En su comedia La aurora en Copacabana, Calderón de la Barca entendió el alcance de esa metamorfosis de la historia americana en arte, inaugurando una tendencia que iba a llegar a nuestros días en la obra de novelistas como Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Abel Posse.

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